Al hacer una inversión en descalcificadores de agua para el hogar es hacerlo en un cambio en nuestras vidas, que influirá positivamente en nuestra salud. El agua que llega a las tuberías de nuestro hogar suele tener cal y otras sustancias nocivas para nosotros. Que el agua esté apta para el consumo, no significa que tenga buena calidad.
Una vez que dispongamos de alguno de los modelos de descalcificadores de agua para el hogar que hay en el mercado, podemos notar que al lavarnos las manos notaremos una sensación diferente y la piel nos quedará mucho más suave cuando salimos de la ducha. Y nos olvidaremos del color normal del agua del grifo, la veremos mucho más transparente.
Además, para limpiar en casa nuestro descalcificador de agua hará que cueste mucho menos eliminar la suciedad, y a su vez los electrodomésticos alargan su vida útil, así como la ropa estará mucho más limpia y la vajilla la veremos en mejor estado.
Controles de uso.
Los descalcificadores de agua para el hogar más populares funcionan con un sistema automático de regeneración. El tipo más básico es un temporizador eléctrico que enjuaga y recarga el sistema cada cierto tiempo. Durante la recarga no se tienen aguas blandas disponibles.
Un segundo tipo de control utiliza un ordenador que observa cuánta agua se ha utilizado. Cuando ha pasado una determinada cantidad de agua a través del tanque mineral suficiente como para haber dejado todas las cuentas sin sodio, el ordenador activa la regeneración. Estos descalcificadores de agua para el hogar suelen tener una capacidad de resina de reserva, para que haya algo de aguas blandas disponibles durante la recarga.
Un tercer tipo de control utiliza un medidor de agua mecánico para medir el uso de agua e iniciar la recarga. La ventaja de este sistema es que no requiere componentes eléctricos y el tanque mineral sólo se recarga cuando es necesario. Cuando se cuenta con dos tanques minerales, siempre hay aguas blandas disponibles, incluso cuando la unidad se está recargando.
Juzgando la dureza del agua.
Las compañías que venden descalcificadores de agua para el hogar normalmente ofrecen kits que sirven para determinar la dureza de tu agua. Para ver quiénes te pueden ofrecer una evaluación profesional, busca en las páginas amarillas de Tenerife bajo el epígrafe de análisis de agua.
La dureza del agua se mide en miligramos por litro (mg/l, equivalente a partes por millón o ppm). El agua de hasta 17,1mg/l, se considera blanda, y el agua desde 1026mg/l hasta 2052mg/l se considera moderadamente dura. La efectividad de un descalcificador de agua para el hogar depende de cuán dura sea el agua que entra. El agua por encima de 1710mg/l puede que no llegue a quedar completamente descalcificada.
Preocupaciones para la salud al usar los descalcificadores de agua para el hogar
Las aguas duras no representan un peligro para la salud. Por otro lado, el sodio que queda en las aguas descalcificadas puede representar un problema para aquellos con una dieta pobre en sodio. Otras personas simplemente pueden desear evitar el sabor ligeramente salado del agua tratada. En cualquiera de los dos casos puedes instalar un dispensador de agua separado que no pase a través de los descalcificadores de agua para el hogar. También se puede usar cloruro de potasio en lugar de sal, aunque esto elevará los costes tres o cuatro veces más.
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